Lo reconozco, tropecé con el blog tarde aunque el fragmento de esta conversación que voy a copiar más abajo está en mi cabeza desde el 26 de diciembre. Creo que lo copio acá para exorcizarme de él y dar lugar en mi cabeza a otras cosas:
-Papá Noel te trajo un juego trucho (niña de 10 años le dice a su hermanito de 5. El niño empalidece de perplejidad. Mira el juego varias veces).
-No puede ser (sigue mirando el juego y la pantalla esperando un milagro navideño).
-Se debe haber equivocado (dice un adulto ingenuo tratando de salvar la situación).
-Papá Noel nunca se equivoca (dice el niño).
-Te trajo un juego trucho, hay que decirle a mamá (dice la niña con un poco de incredulidad mientras el niño parece imaginar a su mamá retando a Papá Noel, pero quién sabe).
El adulto, más confundido que el niño, no tiene mejor idea que copiar este fragmento en un blog.
No sé cuál es tu filiación con el niño y si, por lo tanto, estás habilitada para jugar con su psicología... Pero yo hubiera aprovechado la situación para hacerle creer que es la forma que Papá Noel tiene para decir que se lo va a comer mientras duerme. Después habría que documentar los efectos... Como mi cuñado que cuando era chico le rezaba a Jesús para que no se le apareciera porque le tenía miedo.
ResponderEliminarMe contaron de un niño que le tiene miedo a Papá Noel porque ¿cómo va a entrar un desconocido a su casa? Para el niño no tiene sentido que un barbudo vestido de rojo entre en su casa sin permiso y cuando nadie lo ve. Prefiere quedarse sin regalo...
ResponderEliminarEn cuanto al niño de la conversación, no lo creería, porque ya jugaron bastante con su psicología los otros adultos que lo rodean.
Gracias por comentar! Saludos.
Jajaja. ¡Me encantó! Jajaja.
ResponderEliminarCreo que te vas a ir al Infierno, adulto.
¡Saludos!