lunes, 29 de marzo de 2010

Sobre las maneras de decir nada

Por qué, cuándo, por consiguiente, y en efecto, he decidido escribir sobre la "nada". La nada está presente en todas las cosas, como desvarío de las cosas absolutas. Sí, ahí donde está lo absoluto está la nada proclamando su existencia, pegando saltos para que la vean desde el fondo del salón donde una multitud más alta y multitudinaria pretende lo mismo ¿Acaso existe? La nada... ¿existe? Ese espacio sin objetos, tiempo sin sucesos, neuronas sin conexiones suficientes, repetición de la costumbre por costumbre, vacuo incesante de los cuerpos.

Es demasiado para no decir nada acerca de ella, hay que nombrarla, pero es…nada. El lenguaje nos crea esas contradicciones al significar cosas como la nada, imposibles de abarcar, imposibles de señalar. No pasa por una cuestión de corporalidad, ni de sustantivos abstractos y concretos, pasa por un absurdo, semejante a este:

-¿Qué queres comer?
-Nada.
-¿Comer nada? ¿Se puede comer la nada?
- No quiero comer nada.
-Entonces queres comer algo, si "no" queres comer nada.
(Relaciones que implicaron este tipo de diálogo han terminado abruptamente)

-Contame algo
-No tengo nada para contar
-¿Cómo nada?
-Nada... ¿Qué querés que te cuente, o que invente?
-Es imposible que no tengas nada que contar, tus células ya no son las mismas de ayer, respiraste más smog, te bañaste en más rayos ultravioletas, tu perro orinó en otro lado…
-Mi perro sigue orinando en el mismo lugar desde hace varios años
-Si, porque es un perro, y vos lo llevás siempre al mismo lugar a orinar, pero vos no, creo o eso parece
-¿Cómo?
-Es el collar, no todo el mundo tiene por qué saber que sos fanático de la película Danny the Dog.
(Relaciones de este tipo también han terminado abruptamente)


Y esto tiene que terminar necesariamente de forma abrupta....

5 comentarios:

  1. ¡¡¡Excelente, muy gracioso y no tengo nada más que decir!!! Salvo esto: la nada no se puede explicar con ninguna palabra. Cuando existe, es decir, alguien la nombra pasa a ser algo, por lo cual deja de ser nada. Creo que la nada no vive porque si se entendiera o tratara de manisfestarse de alguna manera dejaria de vivir como nada.
    Caro. M.

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  2. Excelente (y eso que yo tengo gato y orina donde se le canta)

    Extrañemente me hizo acordar a "Los Elementos de la noche" de José Emilio Pacheco, aunque no tenga nada que ver... Bueno, "nada", que se yo, viste, extrañas conexiones neuronales y todo eso. Mejor me callo, no digo nada...

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  3. Gracias por sus comentarios! La personificación de la nada y el poema de Pacheco resultan más interesantes que el posteo mismo (que solo pretendía ser gracioso, no interesante ni mucho menos excelente, asi que gracias de nuevo)
    La nada se piensa como ausencia de todo, hay una conexión metafórica y filósofica entre ella y el poema.
    Según la opinión de gente que sabe, la nada no existe, no puede manifestarse como cosa ni como estado, pero existe la definición de la nada como existe la definición de las brujas.
    Las brujas no existen, pero que las hay las hay

    Saluds

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  4. He decidido interpretar ¨abruptamente¨ como ¨violentamente¨, te podés agarrar a trompadas por nada, o por una discusión sobre la nada. ¿No le parece curioso el hecho de que pasemos de la nada al caos?.Ya sabíamos que pasábamos de la cama al living,y no a la inversa; pero te digo que el análisis me recuerda al horizonte griego: polemos causa de todo es. Antes del caos no había nada.

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  5. Muy buena interpretación! Lo abrupto es violento, definitivamente. ¿Será que cada tanto queremos volver a nuestro origen caótico?¿O admitiremos alguna vez que nuestra naturaleza es irascible?
    Del caos venimos y hacia el caos vamos (consideraciones astronómicas y bíblicas aparte)

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