jueves, 10 de julio de 2014

Ginepsicólogo

Nunca hice terapia, de ningún tipo. Tal vez llame la atención, tal vez no. Pero lo cierto es que me da curiosidad acostarme en un diván y divagar, soltar las ideas sin filtro (divangar?). Lo crucial es la confidencialidad de quien escucha, para que unx pueda dejarse ir sin filtro -en la medida de lo posible. Quien escucha va a jugar un poco con nuestra cabeza y va a tratar de llamarnos la atención sobre esos huecos, sinsentidos, ausencias, contradicciones, etc. que escupimos sin darnos cuenta. Nos va a nutrir de razones obvias, cuya obviedad está siempre en el anverso de lo que vemos. Por eso (y porque reconozco que tengo ciertos temas psicológicos que tratar) saqué turno con la psicóloga que tenía por mi obra social anterior (mi anterior obra social fantasma). Fui a la primera entrevista pero algo no me gustó: se refirió a mí en tercera persona (si Lorena viene a hacer terapia es porque Lorena se da cuenta de que tiene un problema que vamos a tratar de resolver si se puede) y luego apeló a la importancia de mi constancia para resolver esos temitas si se puede. Me dio un sobreturno para otro día a la misma hora, es decir para otra entrevista de 15 minutos. Si la idea era probar mi constancia...no se pudo!
Pero eso no era lo que quería contar en este diario de navegación informatizado de carácter púbico, digo público. En realidad quería contarles sobre mi ginecólogo (digo "mi" ginecólogo aunque solo tuve una consulta con él). No se dan un idea de cómo me divierte muchas veces escribir en este blog...De entrada algo estaba fuera de lugar, como descolocado. La paciente anterior había estado demasiado tiempo en el consultorio. Imaginé que las noticias no eran buenas y había que dar muchas explicaciones. Por fin, entré. Me preguntó mi edad e inmediatamente si tengo hijxs. -No tengo. Entonces me recomendó que pensara en la posibilidad de tener uno a los treinta y cinco años o un poco antes, pero no mucho después. Esto es normal en una consulta con un ginecólogx, también que te recomienden usar preservativo cualquiera sea tu edad ante el peligro de que un individuo se aproveche de tu inocencia. Hasta acá se trataba de una extravagancia dentro de los parámetros de la normalidad. Las siguientes preguntas fueron a qué me dedicaba, de qué trabajaba, qué estudiaba. Puso en la historia clínica, al lado de mi nombre "estudiante de letras". Citó algo de Descartes que no entendí. Continuó con una serie interminable de preguntas a las que yo respondía de manera muy escueta: ¿fumas? ¿tomás alcohol? ¿dormís bien? ¿te ponés mal y te dan ganas de llorar de la nada? ¿te angustiás?¿tenés novio? ¿qué hace tu novio? ¿vivís con él? ¿con quién vivís? ¿te llevás bien con tus hermanxs?¿fumás? ¿tomás? ¿dormís bien? ¿tenés sexo? ¿tenés ganas de tener sexo? (en general, no con él, aclaro por las dudas) ¿tenés orgasmos? ¿te incómoda mi persona? ¿hay algo en mí que te desagrade? (¿además de la infinidad de preguntas que no tienen nada que ver con mi consulta ginecológica?) ¿salís? ¿te gusta salir? ¿hacen una fiesta para festejar el cumple de tu hermano? ¿te reís? (me reí en ese momento). ¿Qué es lo que querés hacer de tu vida? ¿lo más importante que quieras hacer? Uyy con esa pregunta me mataste! No me la hacía hace mucho. Eeehh supongo que quiero escribir, me gusta escribir. ¿Qué escribís? Poesías y cuentos. ¿Poesías? ¿de qué se trata la última poesía que escribiste? De la maternidad...Luego de una breve pausa, Ehh no sé, te noto deprimida, como que no estás disfrutando la vida a pleno, escribís sobre cosas que no viviste, como ser madre...Interrumpo, mi poesía no habla sobre el hecho de ser madre, sino sobre el deseo y el imperativo social de serlo. ¿Fumás? ¿tomás? ¿dormís bien? ¿tenés orgasmos? ¿me traés tu poesía la próxima vez que vengas? Sí, por supuesto, pero ¿a vos te interesa la psicología? Soy psicólogo y ginecólogo. Para mí no sos solamente un papanicolau (frase archivada en la memoria a largo plazo), sino que tenés tus historias, tu personalidad, etc, etc, etc.¿Son místicas tus poesías? Algunas, puede ser ¿Tienen que ver con la religión? Ciertas imágenes están inspiradas en el catolicismo. ¿Hablan del pecado? Sólo en un sentido poético ¿De la culpa? No, no, no creo en el pecado, pero algunas metáforas o imágenes están inspiradas de alguna manera en el catolicismo.¿Te gusta ser como sos? No del todo, me gustaría cambiar algunas cosas. ¿Qué pasa si yo saco la bufanda que guardaste en la carpeta? ¿Para qué harías eso? (Lo hace. La vuelvo a guardar). Porque de otra manera, como no ando con bolso, la perdería, por eso la guardo en la carpeta. ¿Tenés manías, obsesiones? Mmmm no, creo que tiene que ver con la ansiedad. Guardo la bufanda por ansiedad (y porque evidentemente quiero irme), no puedo estar mucho tiempo con las manos quietas (o nada de tiempo). Es decir, ante la obligación de quedarme acá sentada, necesito hacer alguna "escultura" con las cosas que hay en la mesa. Siempre lo hice. Supongo que es ansiedad. La timidez es un problema de ansiedad, ¿no? No quiso responder. Citó algo acerca del destino, de Borges: el azar y el destino son lo mismo y me preguntó que opinaba al respecto. Todo depende de si uno cree o no en el destino, está diciendo que el destino no existe. Le gustó mi respuesta y dijo que ya estaba mejorando. Pero tengo que seguir pensando en eso para la próxima consulta ginecológica (aunque nunca tuve una primera) además de llevarle mi poesía. Total, ya habrá tiempo para el análisis médico...

P/D: Pensándolo mejor me quedo con la ginecóloga del barrio, la que me cruzo en el colectivo, la que no saludo, porque me causa cierto pavor que me reconozca. ¿Reconocerá a todas sus pacientes de la misma manera?

Epílogo: ¿Si me río seguido? No soy del tipo risueño, pero después de esta consulta estuve riéndome 15 cuadras camino a mi casa.

miércoles, 23 de abril de 2014

Seréis como dioses- Minirrelato


 Cuando Adán mordió la manzana, Eva gritó de horror. Confundido, porque el grito provenía tras de sí, volteó para ver a la Eva vestida que corría hacia él, mientras la Eva desnuda e incitante que tenía frente a sí desaparecía. La Eva asustada había visto a Adán desnudo bajo el árbol y ahora lo veía avergonzado, tratando de ocultarse. Fue la única vez que la sed les trajo el olor de un Oasis cercano.
 Llegaron a la conclusión de que la serpiente mordió la manzana primero, cuando todavía no había sido condenada a desplazarse arrastrándose por el piso.