martes, 19 de octubre de 2010

Horario de protección al mayor II

Los sueños son susceptibles de ser analizados, desmenuzados por psicólogos, que a su vez se toman la molestia de analizar, desmenuzar nuestras mentes, como es sabido. Los románticos de antaño -esos que no eran románticos auténticos, aunque el término se deformó como siempre suele pasar, o mejoró, esta es la razón de ser del estudio de la etimología de las palabras, igual la idea no era hablar de romanticismo, por lo menos no en un eterno paréntesis, ni de la etimología, aunque podría ser, ahora que lo pienso, la escritura automática tiene sus frutos, sus espontaneidades, y por qué no los griegos, también a un psicólogo podrían serle útiles, el continuo y no reprimido fluir de la consciencia, o del inconsciente, quién sabe, qué quería decir exactamente Bretón, si el inconsciente devenía con el fluir incesante de las ideas o se abría una puerta que conectaba esas instancias, seguro que hay alguna instancia intermedia que me estoy olvidando de nombrar, y éste debe ser el principal problema de la escritura automática, que no se puede dejar de escribir para investigar, y los errores ortográficos que quedan por corregir, y que voy a corregir después, puede ser que todo tenga que ver con túneles, pasadizos, huecos en los muros, que ya existen pero que se tapan con velos transparentes y frágiles, lo difícil no es romperlos sino encontrar donde están, ya puedo dar fin a este paréntesis al menos por hoy- no querían saber nada con la cientificización de los sueños, ese terreno donde podían vivir mucho tiempo la superstición, los sueños -valga la redundancia- los mensajes divinos, y las propinas de los adivinos.
Todo esto venía a colación de contar, ya que antes les conté el sueño y el efecto risible que podía producir, que sin embargo no era del todo risible -me gustó no haber aclarado el efecto en mí, por qué era risible, dejarlo a la libre interpretación- que la noche anterior, como me hicieron notar después, que no me acordaba, había visto un documental sobre la calificación de las películas, y la censura de las mismas, que paso de ser, o parecer, ideológica, política o religiosa, a ser meramente comercial y servir a los fines primeros de la censura. Era decirles "no hay censura, vas a poder mostrar la película donde puedas pero con la calificación que le voy a poner, la audiencia va a ser menor, y menor la cantidad de salas de cines que la proyecten, o nadie se va enterar de su existencia". Censura comercial sigue siendo censura, porque también hay que comer, pero también existen estudios independientes que no le piden calificación a nadie, así que podríamos cada tanto buscar, en el video, estas películas no calificadas. Esto termino siendo un consejo, qué cosa rara.

1 comentario:

  1. Les debo el nombre del documental, que estaban dando por el canal I-Sat.

    ResponderEliminar